sábado, 28 de diciembre de 2013

Doce meses más hablando de Europa


Éste ha sido un año difícil para el proyecto europeo. Uno más. Tomar decisiones clave para resolver desequilibrios y graves problemas que la crisis ha sacado a la luz está probando ser una tarea ardua y lenta; el altísimo desempleo en algunos de los países con más dificultades agudiza los efectos de la crisis en una población que está sufriendo las consecuencias de una hecatombe cuyas causas aún no acaba de entender pero cuyas consecuencias directas en su calidad de vida, en sus opciones vitales, golpean diariamente; el desencuentro entre los países del norte y del sur y sus opiniones públicas está generando un clima de desconfianza que se extiende al proyecto europeo en sí y que crea el caldo de cultivo perfecto para los mensajes extremistas y populistas de determinados partidos políticos, que al tiempo que hablan de la Unión Europea como un “monstruo” aprovechan todo el apoyo financiero y el altavoz que les brindan sus Instituciones para hacer pasar su visión antieuropea y nacionalista, y en algunos casos xenófoba, de los problemas reales que aquejan a la ciudadanía; las negociaciones del presupuesto europeo para los próximos años han dado como resultado su primera disminución en la historia de la UE. Podríamos seguir. No son buenos tiempos para el proyecto europeo. Pero, ¿pueden volver a serlo? Sólo si se devuelve el poder a la gente. Y este es un mensaje profundamente proeuropeo.

En los últimos quince años, el tiempo que lleva funcionando este centro de información, hemos hablado con varias decenas de miles de personas directamente, tratando de entender con la ciudadanía de qué modo este proyecto de una Europa unida puede responder a las necesidades reales de la personas, promoviendo intercambios con otros territorios europeos, consversando con los jóvenes en otras lenguas, celebrando Europa, pensando sobre Europa, formando a cientos de personas sobre determinados aspectos del proyecto europeo, acercando la Unión Europea a sus vidas diarias, invitando a la participación, en suma. Entendemos que así, a partir de la información y la reflexión compartidas, contribuimos a la formación de una conciencia ciudadana europea, imprescindible para el futuro de la UE.

Cuando a mediados del siglo pasado surgió el proyecto de una Europa unida respondió a necesidades reales de los europeos: la paz entre países que habían estado en guerra durante siglos; la reconstrucción de un continente arrasado por las dos guerras mundiales, dividido en dos; la creación de un nuevo lenguaje en las relaciones entre los países europeos y sus gentes donde las palabras cooperación y colaboración fuesen la guía.

En las décadas posteriores se consolidó la paz y la democracia en los países miembros, que fueron aumentando hasta los actuales 28, incluyendo la antes llamada Europa oriental tras la caída del muro de Berlín, se apoyó la agricultura, se invirtió en cohesión territorial, se fomentaron los intercambios trasnacionales, se impulsaron la investigación y la innovación, se consolidó el mercado único, se creó la ciudadanía europea y los derechos que la acompañan, se legisló de acuerdo con la subsidiariedad en muchas materias de interés común y que superan fronteras como el medio ambiente...Todo ello ha contribuido y sigue contribuyendo al enorme avance que experimientaron regiones como la nuestra. Es innegable.

Pero en este momento es necesario buscar nuevos acuerdos sociales sobre prioridades y objetivos, y recuperar la solidaridad y la confianza que la crisis nos ha arrebatado para llevarlos a cabo. Los ciudadanos saben lo que les importa y sus preocupaciones deberían ocupar el centro del debate político europeo. Las encuestas a escala europea muestran una y otra vez que sus intereses están en la estabilidad, en el empleo, en la protección social y la inclusión, en la educación y la sanidad, en el medio ambiente, en la protección de los derechos y las libertades individuales en todas las esferas, también en la digital, en la seguridad entendida de manera integral, en la solidaridad. 
Para ello hay que hablar mucho, y escuchar mucho. Cuando visitamos los centros educativos de toda la provincia, les pedimos a los niños y jóvenes que piensen en Europa como algo suyo, algo en lo que tienen mucho que decir y también mucho que aprender. De eso se trata.

Y eso es lo que hemos intentado hacer una vez más durante los doce meses de 2013 que casi acaban, y lo que seguiremos haciendo durante los doce que irá contando 2014. El centro de información europea de la Asociación para el Desarrollo del Guadajoz y Campiña Este de Córdoba estará un año más al servicio de los ciudadanos de los pueblos de la comarca del Guadajoz y de la provincia de Córdoba en general, con el apoyo de la Comisión Europea, la Junta de Andalucía y la Mancomunidad del Guadajoz. Todo lo mejor para el nuevo año.


Europe Direct Andalucía Rural

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