Éste
ha sido un año difícil para el proyecto europeo. Uno más. Tomar
decisiones clave para resolver desequilibrios y graves problemas que
la crisis ha sacado a la luz está probando ser una tarea ardua y
lenta; el altísimo desempleo en algunos de los países con más
dificultades agudiza los efectos de la crisis en una población que
está sufriendo las consecuencias de una hecatombe cuyas causas aún
no acaba de entender pero cuyas consecuencias directas en su calidad
de vida, en sus opciones vitales, golpean diariamente; el
desencuentro entre los países del norte y del sur y sus opiniones
públicas está generando un clima de desconfianza que se extiende al
proyecto europeo en sí y que crea el caldo de cultivo perfecto para
los mensajes extremistas y populistas de determinados partidos
políticos, que al tiempo que hablan de la Unión Europea como un
“monstruo” aprovechan todo el apoyo financiero y el altavoz que
les brindan sus Instituciones para hacer pasar su visión antieuropea
y nacionalista, y en algunos casos xenófoba, de los problemas reales
que aquejan a la ciudadanía; las negociaciones del presupuesto
europeo para los próximos años han dado como resultado su primera
disminución en la historia de la UE. Podríamos seguir. No son
buenos tiempos para el proyecto europeo. Pero, ¿pueden volver a
serlo? Sólo si se devuelve el poder a la gente. Y este es un mensaje
profundamente proeuropeo.
En
los últimos quince años, el tiempo que lleva funcionando este
centro de información, hemos hablado con varias decenas de miles de
personas directamente, tratando de entender con la ciudadanía de qué
modo este proyecto de una Europa unida puede responder a las
necesidades reales de la personas, promoviendo intercambios con otros
territorios europeos, consversando con los jóvenes en otras lenguas,
celebrando Europa, pensando sobre Europa, formando a cientos de
personas sobre determinados aspectos del proyecto europeo, acercando
la Unión Europea a sus vidas diarias, invitando a la participación,
en suma. Entendemos que así, a partir de la información y la
reflexión compartidas, contribuimos a la formación de una
conciencia ciudadana europea, imprescindible para el futuro de la UE.
Cuando
a mediados del siglo pasado surgió el proyecto de una Europa unida
respondió a necesidades reales de los europeos: la paz entre países
que habían estado en guerra durante siglos; la reconstrucción de un
continente arrasado por las dos guerras mundiales, dividido en dos;
la creación de un nuevo lenguaje en las relaciones entre los países
europeos y sus gentes donde las palabras cooperación y colaboración
fuesen la guía.
En
las décadas posteriores se consolidó la paz y la democracia en los
países miembros, que fueron aumentando hasta los actuales 28,
incluyendo la antes llamada Europa oriental tras la caída del muro
de Berlín, se apoyó la agricultura, se invirtió en cohesión
territorial, se fomentaron los intercambios trasnacionales, se
impulsaron la investigación y la innovación, se consolidó el
mercado único, se creó la ciudadanía europea y los derechos que la
acompañan, se legisló de acuerdo con la subsidiariedad en muchas
materias de interés común y que superan fronteras como el medio
ambiente...Todo ello ha contribuido y sigue contribuyendo al enorme
avance que experimientaron regiones como la nuestra. Es innegable.
Pero
en este momento es necesario buscar nuevos acuerdos sociales sobre
prioridades y objetivos, y recuperar la solidaridad y la confianza
que la crisis nos ha arrebatado para llevarlos a cabo. Los ciudadanos
saben lo que les importa y sus preocupaciones deberían ocupar el
centro del debate político europeo. Las encuestas a escala europea
muestran una y otra vez que sus intereses están en la estabilidad,
en el empleo, en la protección social y la inclusión, en la
educación y la sanidad, en el medio ambiente, en la protección de
los derechos y las libertades individuales en todas las esferas,
también en la digital, en la seguridad entendida de manera integral,
en la solidaridad.
Para
ello hay que hablar mucho, y escuchar mucho. Cuando visitamos los
centros educativos de toda la provincia, les pedimos a los niños y
jóvenes que piensen en Europa como algo suyo, algo en lo que tienen
mucho que decir y también mucho que aprender. De eso se trata.
Y
eso es lo que hemos intentado hacer una vez más durante los doce
meses de 2013 que casi acaban, y lo que seguiremos haciendo durante
los doce que irá contando 2014. El centro de información europea de
la Asociación para el Desarrollo del Guadajoz y Campiña Este de
Córdoba estará un año más al servicio de los ciudadanos de los
pueblos de la comarca del Guadajoz y de la provincia de Córdoba en
general, con el apoyo de la Comisión Europea, la Junta de Andalucía
y la Mancomunidad del Guadajoz. Todo lo mejor para el nuevo año.
Europe Direct Andalucía
Rural
No hay comentarios:
Publicar un comentario