lunes, 17 de noviembre de 2014

La nueva Comisión Europea


El día 1 de noviembre entró oficialmente en funciones la nueva Comisión Europea. La llamada Comisión Juncker, por el nombre de su presidente, tiene un mandato que llega hasta el 31 de octubre de 2019. Cinco años en los cuales está obligada a ser la Comisión del cambio y de la acción o a fracasar. La situación económica y política en la Unión Europea exige soluciones urgentes a los graves problemas que la determinan y el papel de la Comisión es fundamental para ello.

Ha sido la primera vez que el resultado de las Elecciones al Parlamento Europeo se ha tenido en cuenta para la elección del presidente de la Comisión, que ha salido de las filas de la mayoría parlamentaria. Igualmente, ha sido la primera ocasión en la que se ha llevado a cabo un intento de campaña electoral paneuropea. Sin embargo, también ha sido la primera vez que han resultado elegidos tantos europarlamentarios que representan opciones contrarias a la construcción europea, incluso desde posiciones xenófobas y extremistas.

No cabe duda de que la crisis ha impulsado estas opciones extremas y eurófobas ante la incapacidad de la Unión Europea de dirigir una salida de la crisis que resuelva de manera eficaz los graves problemas que afligen a los ciudadanos. Para la nueva Comisión los retos a los que se debe dar respuesta de forma inmediata incluyen conseguir que las personas de nuevo puedan encontrar un trabajo decente, incentivar la inversión, hacer que unos bancos seguros vuelvan a conceder préstamos a la economía real, crear un mercado digital conectado, contar con una política exterior verosímil y asegurarse de que Europa se vale por sí misma en lo que respecta a la seguridad energética. Han hecho de ello sus directrices políticas. En ellas se han comprometido a trabajar y sobre su base fue elegido presidente Jean-Claude Juncker por parte del Parlamento Europeo, una vez propuesto por el Consejo Europeo, o sea, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

Para lograr estos objetivos la Comisión 2014-2019 va a trabajar de un modo diferente. Cada uno de los siete vicepresidentes, tres mujeres y cuatro hombres, dirigirán a un equipo de comisarios con competencias interconectadas. Se pretende que la forma de trabajar de sus 28 miembros, uno por país, sea realmente colegiada e interdependiente y evitar la creación de “cotos” y estructuras estáticas.

Para muchos europeístas, la determinación de esta nueva Comisión de “pasar a la acción”, abre la puerta a la esperanza de que de nuevo el método comunitario y supranacional y no casi únicamente la acción de los gobiernos nacionales como desde el inicio de la crisis ha ocurrido, sea capaz de ofrecer una verdadera respuesta europea a los muy acuciantes problemas europeos.

Del acierto y determinación en la actuación conjunta de las instituciones de la Unión Europea y los gobiernos dependerá que “Europa se ponga en marcha otra vez” como pedía Juncker en su discurso ante el Parlamento, y que la ciudadanía vuelva a creer en el proyecto europeo. En la mayoría de los Estados miembros se han alcanzado niveles sin precedentes de desconfianza y alejamiento por parte de los ciudadanos respecto a la UE. Sin ir más lejos, en nuestra región siete de cada diez personas creen que los ciudadanos no pueden influir en las políticas europeas y que la UE no se preocupa de sus problemas y sólo dos de cada diez piensan que los intereses de España y de Andalucía son tenidos en cuenta en la Unión Europea (Encuesta Realidad Social de Andalucía 2014 del Centro de Estudios Andaluces, mayo 2014).

Sin duda, Europa necesita líderes valientes, con visión histórica y con imaginación para lograr ponerse de nuevo en marcha.

Europe Direct Andalucía Rural
Centro de información europea de ADEGUA