lunes, 10 de diciembre de 2012

El Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional 2012 (y IV)

En el día que tiene lugar el acto de clausura oficial de este Año Europeo os ofrecemos la cuarta y última entrega de nuestra serie de artículos sobre el mismo.


Envejecimiento y formación a lo largo de la vida

La educación juega un papel muy importante en la promoción del envejecimiento activo de las personas. Esto es cierto tanto respecto a lo aprendido en las etapas anteriores a la vejez, como a las cosas nuevas que las personas mayores puedan aprender. De hecho, nuevos aprendizajes pueden influir en facilitar el acceso a otras formaciones, al ocio o al ejercicio de los derechos; pueden incluso disminuir el riesgo de exclusión. A través del aprendizaje es posible cambiar la percepción que se tiene sobre uno mismo y eso puede revertir en una mejora de las formas de relacionarse y favorecer el desempeño de unos roles mas activos y autodeterminados por parte de las personas mayores. Está claro pues que las experiencias educativas favorecen el envejecimiento activo.

Sin embargo, la participación de los mayores en procesos formativos en nuestro país está entre las más bajas de Europa. Con datos de 2005, la tasa de participación de personas de entre 55 y 64 años en cualquier tipo de aprendizaje, alcanzó de media en torno al 30% en la Unión Europea, destacando por arriba Austria, con un porcentaje superior al 90%; Eslovenia con cerca del 80% y Luxemburgo y Dinamarca ambas con más del 70%. En una zona intermedia se situaban Finlandia, por encima del 65%; Suecia con más del 60% y la República Eslovaca con cerca del 50%. Por debajo, Hungría y Grecia con apenas un 5%; España, Portugal, Estonia y Chipre apenas por encima del 10%; y cerca del 20% la República Checa, Lituania y el Reino Unido. Alemania y Francia alcanzarían el 30% (Eurostat. Comunicación de la Comisión “Aprendizaje de adultos: Nunca es demasiado tarde para aprender”. Octubre 2006)

Las razones de esta diferencia están en relación con la distinta situación de partida de los posibles usuarios en unos países y otros (en España más del 75% de los mayores de 65 años no acabaron los estudios primarios) y con el momento en que se han puesto en marcha los programas de aprendizaje de adultos en los distintos países. En nuestro país esto fue un proceso que sólo arrancó a partir de la transición a la democracia, con la creación en los años 80 de multitud de escuelas de adultos, y que ha continuado hasta nuestros días ampliándose enormemente la oferta formativa para mayores pero sin alcanzar a un porcentaje significativo de la población mayor.

Según la Encuesta del INE sobre la Participación de la Población Adulta en las Actividades de Aprendizaje (EADA, año 2007), sólo el 3,79% de los hombres mayores de 65 años tenía intención de seguir aprendiendo, porcentaje que se eleva hasta el 6,82% en las mujeres. De media un 88,7% de los mayores de 65 años (cifra que alcanzaba al 92,19 de los hombres), ni habían participado ni querían, en actividad educativa alguna. De igual forma pensaba el 78,14% de la población de entre 55 a 64 años; el 63,6% de los que tenían entre 45 y 55 años; y el 55,8% de los de entre 35 y 45 años. Solo los menores de 35 años opinaban lo mismo por debajo del 50% (49,7%).

La estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador reconoce que el aprendizaje permanente y el desarrollo de competencias son aspectos clave de la respuesta a la actual crisis económica, al envejecimiento de la población y a la amplia estrategia económica y social de la Unión Europea. E insta a los países miembros entre otras cosas a “elaborar un adecuado programa de formación de adultos para promover que su envejecimiento sea activo, autónomo y saludable y aprovechar sus conocimientos, experiencia, capital social y cultural en beneficio del conjunto de la sociedad; y a comprometerse decididamente en el fomento del aprendizaje de adultos como medio de fomentar la solidaridad entre los diferentes grupos de edad (por ejemplo, mediante un «pacto intergeneracional») y entre culturas y personas de todos los orígenes”.

Ello redundará en beneficio de toda la sociedad y en especial de los mayores, quienes podrán mejorar sus posibilidades para tomar decisiones de manera autónoma e independiente en los distintos ámbitos de su vida, incluido el empleo, la formación o la salud; y ampliar sus posibilidades de acceso a las ofertas existentes en todos estos ámbitos.

Enlace Europe Direct Andalucía Rural
ADEGUA

Fuentes: Iniciativa 12 Causas 2012 “Por el fomento de la formación tras la jubilación” (IMSERSO y UDP); Libro Blanco del Envejecimiento Activo; Web del Año Europeo 2012 en España: http://www.envejecimientoactivo2012.es

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